domingo, 20 de abril de 2014

Hierro

Las lágrimas debían terminar cayendo...
¿No es así?...
Mis pedazos quebradizos al final se volvieron polvo.
Yo, que me creía tan vacía, sin sentimientos ni reflexión...
Yo, que en algún momento tuve el control (Nunca fue así, en realidad...)
Terminé rota, llena de dolor;
Triste, ahogada en llanto;
Sin consuelo...
Porque el remedio resultó peor que la enfermedad.
Cuando pensaba que mi Serendipia había llegado,
Mi rostro se tornó lívido
Y mis esperanzas se quebraron.
¿Por qué tenía que suceder?
¿Por qué tenía que ser así?
De un momento a otro
-Si las cosas no mejoran-
De soledad, yo moriré.
Porque, después de todo,
No soy de Hierro...

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