jueves, 24 de julio de 2014

Lágrimas reprimidas

Que no derrame los adioses
a través de mis ojos,
¿qué logra?
Contenerme lo que hace es llamar
a las musas de las tristezas
y atraer la pesadumbre
a mi pobre corazón.
                          Y termino ahogada.
                                          Sin poder derramar mi penas.

La soledad se me va de a ratos
perdida en los vestigios
de mis tristezas y alegrías.
Más que todo de las tristezas
y la lejanía.

Coraje es lo que necesito
para poder aguantar
las mil y una noches de sentimiento
que me quedan
antes de llorar en los brazos de otro
y derrumbarme en la inmensidad del abismo
que se crea dentro de mí.
Esperando que alguien lo haga surgir.

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